"Primeros días de alimentación del bebé: Lo que toda familia debe saber"
Los primeros días con tu bebé recién nacido pueden ser hermosos… y también desafiantes. La alimentación —ya sea con pecho, fórmula o ambas— es una de las primeras formas de cuidado. Aquí te comparto lo que necesitas saber para empezar con confianza, calma y apoyo.
El estómago del bebé es muy pequeño
Al nacer, el estómago de tu bebé es del tamaño de una cereza. Si bien los hábitos de alimentación de cada bebé amamantado serán únicos, los padres pueden esperar que un recién nacido se alimente con una frecuencia de cada 1 a 3 horas, sumando entre 8 y 12 tomas en un período de 24 horas. Durante las próximas semanas y meses, los bebés pueden comenzar a espaciar las tomas entre 2 y 4 horas, aunque probablemente seguirán comiendo entre 8 y 12 veces al día.
Al llegar a los 6 meses, la duración y frecuencia de las tomas dependerán del crecimiento del bebé. Los padres deben continuar siguiendo las señales de hambre de su bebé. La leche materna sigue siendo la principal fuente de nutrición para los bebés menores de 12 meses(recomendación de los CDC sobre nutrición).
La lactancia toma práctica
Aunque es natural, la lactancia no siempre es fácil al principio. El agarre, la postura y el apoyo hacen una gran diferencia. No tengas miedo de pedir ayuda profesional si algo no se siente bien.
La fórmula también es una opción válida
Cada familia tiene su camino. Si usas fórmula desde el inicio o haces alimentación mixta, mereces información clara y sin juicio. Asegúrate de preparar los biberones con higiene y según las recomendaciones del pediatra.
La fórmula debe prepararse correctamente en todo momento. Una preparación inadecuada puede provocar una nutrición insuficiente o problemas como estreñimiento o diarrea. Debido a posibles variaciones entre fabricantes y a la calidad del agua, se recomienda leer y seguir las instrucciones en la etiqueta de la fórmula.
Señales de hambre y saciedad
Aprende a reconocer señales hambre como:
Señales tempranas de hambre: lamerse los labios, hacer ruiditos con la boca, abrir y cerrar la boca, succionar los labios o la lengua, girar la cabeza y buscar el pecho (reflejo de búsqueda).
Señales activas de hambre: estirarse, llevarse las manos a la boca.
Señales tardías de hambre: llorar, agitar los brazos, enrojecerse.
Tu tranquilidad también alimenta
El bienestar emocional de quien alimenta al bebé es parte del vínculo. Rodéate de personas que te apoyen, descansa cuando puedas y recuerda: lo estás haciendo bien.